viernes, 20 de marzo de 2015

ESTO ES UN ADIOS

Esto es un adiós,
ya no vas a ver caer mis palabras

haré una canción al recuerdo 
y a los días que se han ido
llevaré flores a los besos
y buscaré tus labios perdidos

haré de ti un verso
lo entregaré al olvido

llueve esta y todas las noches
lloro esta y las que aun no he vivido
busco en mis sueños tu nombre 
cuando despierto sigo dormido

ya solo quedan cenizas
ya solo quedan palabras
ya se han borrado las risas 
que me dejó tu mirada

esto es un adiós...


Jhon Rivera

sábado, 14 de marzo de 2015

AÚN TE RECUERDO

Es difícil descubrir que no era lo que creías,
que existe un horizonte de miradas falsas,
de verdades ocultas, de caricias y besos fingidos, 
que no tuviste siquiera la posibilidad de conocerle
porque nunca se mostró tal como era.
Y pensar que hubieras preferido
que tuviera el valor de mirarte a los ojos
y escuchar la verdad saliendo de su boca
pero por el contrario prefirió callar.

Que cruel fue para ti enterarte de la verdad
precisamente de esa manera,
porque supuestamente no quería hacerte sufrir.

¿Que esperaba que le agradecerías por el daño 
que te causo, por romperte el corazón 
sin importarle cuanto le amabas?


Yo tampoco lo hubiese imaginado, 
ni siquiera se me paso por la mente
el hecho de que te llegara a hacer sufrir.
Si tan solo unos meses atrás
te veías tan radiante, hablabas a cada instante
de lo feliz que eras a su lado,
del amor que le tenías, de lo que significaba 
para ti que te amara como tú lo hacías.

En realidad me partiste el corazón cuando
te encontré llorando tan desconsoladamente,
cuando el brillo de tus ojos
se vio ahogado por tus lágrimas,
al verte así, pude sentir un poco 
de ese dolor que te consumía, pero aun así,
no lograba comprender su magnitud.

Recuerdo que trate de consolarte,
de darte ánimo, pero no lo logre,
lo supe cuando me dijiste:

Creía que sabía lo que era una desilusión,
quizá por lo que había  leído, 
o por lo que escuche de otros.
Pero ahora,
realmente se lo que se siente,
y mírame, mírame bien,
porque será la última vez que me veas así.
quiero que recuerdes quien fui porque
seguramente vas a desconocer 
la persona en que me convertiré.

Pensé que solo lo decías por el dolor del momento,
porque querías que creyera que ya no importaba,
porque no querías que yo te viera así;
pero ya veo que lo decías en serio.
No sabes cómo me duele saber que
fue tan grande tu desilusión 
que logro hacer esto de ti,
y tenías razón, ahora te veo
y te desconozco por completo.

Por eso me atreví a juzgarte,
trate de entender razones y apoyarte,
de hacerte entender que no valía la pena
que arruinaras tu vida de esta manera,
pero lo único que recibí de tu parte
fue una abrazo y un: 

Cuando te dije que me miraras bien
porque me ibas a desconocer, lo decía en serio...

Al igual que tu no pude evitar que las lagrimas
se deslizaran por mis mejillas,
comprendí que más que dolor y desilusión
tus lagrimas eran de tristeza,
de tristeza porque en el fondo tu también 
odiabas ver lo que habías hecho de ti.

Sé que no soy quien para juzgarte, 
no todo el mundo se enamora de la misma manera
y desafortunadamente 
te enamoraste de la persona equivocada,
también se, que nada de lo que diga o haga
hará que cambies de opinión.
Sin embargo, aunque no lo creas
aun recuerdo como eras antes
y guardo la esperanza de recuperar
así sea una pequeña parte de ti..


aún te recuerdo



Diana Vargas

martes, 10 de marzo de 2015

AL CAER EL DÍA

mira cómo se dibuja la tarde en tus ojos
de un sol brillante de una brisa tranquila
de una amalgama de opuestos
que con fiereza se completan
y así te busco al caer el día
desesperado por hallarte
como pidiendo respuestas
a un acertijo de ti
respirarte
ver la noche reflejada en tu pupila
quitarte la juventud en un beso
robarte el alma
como el verano roba la primavera.


al caer eldía



Daniel Matute

LA BUENA NOTICIA ES...

Una vez más, el atrevido momento de encontrarla ha venido a dar fuerzas inexplicables al latido acelerado de mi corazón. Le abordé entonces con mis nervios destrozados y un infinito deseo de perderme en sus ojos y en toda la locura que en mí despertaba su existencia.
Ella no lo notaba, pero quizá tenía la sospecha, de todos modos lo importante en aquel instante era sostener la secuencia de nuestros encuentros, que para entonces era el segundo y no lo olvidaré; más que nada cuando escuchó la buena noticia que tenía para ella. Cruzamos el saludo y la respiración, completamos una pequeña soledad que rompí al decirle que tenía dos noticias, una mala y una buena.

- primero la mala, dijo sin pensarlo.
- no he escrito el cuento, respondí. Y me miró así cómo extrañada, al tiempo que me preguntaba el por qué.
- no sé, he estado en ello y por alguna razón no avanzo del primer párrafo.
Hubo luego un mínimo silencio y dijo;
- bueno, ya lo escribirás. Y cuál es la buena noticia. Me preguntó.
Le miré directo a los ojos y dije:
- te escribí unos poemas. Y su rostro brilló elocuente, curioso, inquieto, divino.
Dios! Habría sido genial ahí mismo haberle declamado esas pequeñas letras que le entregaría al día siguiente, de mi puño y letra en un papel. Habría sido maravilloso decirle en ese momento que su pequeña sonrisa estaba despertando en mi alto cielo no sé cuántas estrellas que se alineaban y escribían su nombre.
Me miró como extrañada, yo intentaba comprender la sorpresa en su expresión. Quería que el tiempo pasara lentamente, que los segundos fueran horas y las horas se congelaran en un juego que incluyera su sonrisa frente a la mía. Y algo así sucedió al día siguiente, porque nuevamente frente a Ye, le entregaba uno de los poemas.
- Ye, quiero dibujarte una sonrisa; dije. Decirte “gracias” y … me interrumpió mientras su mirada iba y venía, su pupila parecía un arcoíris en vuelo descendente.
- daniel, soy yo quien dice gracias y es en verdad extraña la sonrisa que ahora se dibuja en mi vida.

- te volveré a ver? Le pregunté.
Me miró sin mirarme, se acercó sin acercarse, estábamos sin estar, era como si en definitiva nos conociéramos de siempre y sin embargo estuviéramos esperando que algo nuevo pasara. Entonces su voz quebró el silencio que había dejado mi pregunta.
- viajo en dos semanas, y … no sé … tengo un largo camino por recorrer.
Vino otro silencio, torpe como casi todos, para mí injusto; pero así estaban las cosas. Ye anotó en un papel su nombre resumido, ahí podría hallarla, me lo dio en medio de su mudez y yo di mi palabra de que la buscaría, que en otros poemas ella estaba y que serían puentes para volverla a ver.
La vi alejarse cruzando aquella puerta donde otras veces la vida se nos cruzó sin sospecha de reunirnos. Mi corazón ahora latía sosegado y con una extraña aprensión, doblegado en un espacio que ella hizo real.

Daniel Matute.



viernes, 6 de marzo de 2015

AHORA SOY TU DUEÑO

Tu dueño sería la brisa, y qué poder tienes sobre los hombres,
tan solo un instante pude sostener tus manos divertidas balanceándose
y la puerta por la que suelen salir mis palabras se ha cerrado,
sabes lo difícil que es lanzar tus propias palabras
por la ventana para que asomen a verte?
Tratar de entenderte sería como hablar del viento o el universo.
Sé que eres libre de tus deseos y de los míos, y así me gusta más,
yo no te poseo y tu no eres mi dueña, yo no te pienso y tal vez tu no me recuerdas,
Y aunque nuestras miradas choquen, nuestra piel se roce,
seguiré lanzando mis palabras por la ventana por que quiero ser libre como el viento...

Cómo poder tener control sobre el viento o el universo?
me han contado que con tan solo saber su verdadero nombre puedes ser su dueño,
ahora teme de mi, por que yo poseo tu nombre,
porque yo no temo de ti, que tu posees el mío.


ahora soy tu dueño



jueves, 5 de marzo de 2015

DE LA AUSENCIA Y DE TI

Hola mi querida cocinera, llevo un tiempo extrañando tu mirada, el llamarte samantha,
tus besos... esos los recuerdo bien y me basta, pero me gustaría volver a verte, 
llevo tiempo sin saber de ti y tú de mí no sé, llevo una vida normal como siempre, 
me acuesto tarde gracias a mis vicios, me levanto temprano igualmente a ellos, 
llevo sombras de los días en mis ojos, camino mas despacio que en otras noches, ya no me preocupa la tarde.

Extraño el pan relleno de planetas y colores, aun pienso cómo sería tu melodiosa voz,

que de seguro los oropéndolos estarían celosos. 
Todas las tardes miro por la puerta hacia la ventana, ahora pasan otros rostros desconocidos, imágenes sin formas, algunos han visto mi nostalgia taciturna y acoplada, imagino ahora tu vida, se que ha sido dura, imagínate cuando nos conocimos... ya desde varias lunas atrás nuestras miradas se encontraban 
y era algo mágico, ninguno de los´dos hablaba, era un silencio cómodo lleno de éxtasis, en fin, 
me arriesgué a saludarte y sorpresa que me recibiste de la mejor forma extendiendo tus labios dulcemente para besarme, hoy he vuelto a ver pasar el tren, aquel que vio tus cerrados ojos mientras me acercaba como un espía a tus labios, y me he subido en él, he partido a buscarte, por favor permíteme encontrarte.

de la ausencia y de ti



miércoles, 4 de marzo de 2015

SOLEDAD

(A/E/F#/B/D/A/D/A)  (A/E/F#/D)


Veía la lluvia sentada en la montaña
cerró los ojos y empezó a sentir nostalgia
su alma se marcha, nunca vio el cielo brillar.

la brisa el silencio
el cielo hoy es negro
que eterna fue la oscuridad 
y yo solo combatiendo.

Y su corazón no aguanto, ya se murió
y en ese lugar quedó su alma su vida,
y la oscuridad tomo su forma de amiga.
Hoy solo quiero llorar, perdí parte de mi vida
hay soledad! te fuiste hoy de aquí
hay soledad! te fuiste hoy sin mí.

soledad... tus voz, tus besos, tu aroma, 
tu aliento, que triste me siento al ver que ya no estás!
tal vez un pedazo de ti en mi pecho quedará.

soledad

martes, 3 de marzo de 2015

RESPIRARTE

mira cómo se dibuja la tarde en tus ojos
de un sol brillante de una brisa tranquila
de una amalgama de opuestos
que con fiereza se completan
y así te busco al caer la tarde
desesperado por hallarte
como pidiendo respuestas
a un acertijo de ti
y que intranquilidad no verte hoy

respirarte
ver la noche reflejada en tu pupila
quitarte la juventud en un beso
robarte el alma
como el verano roba la primavera

respirarte bajo la luna


Daniel Matute.

lunes, 2 de marzo de 2015

YA, FIN, ADIÓS

ya, fin, adiós


ya fin adiós
que todo se acabe de una vez
que el cielo bese la tierra
y de una vez por todas arreglen sus diferencias
que sigas tu camino y yo el mío
tú llena tus crucigramas
yo vacío mi corazón
pon el punto final
cierra la puerta
toma vuelo y vete
que nada sobreviva, eso nos incluye
respira sin mirarme
cruza la calle sin tomar mi mano
destierra mi latido mis miradas mi olor de ti
destierra los besos ,el sudor que te di
ya fin adiós.


Daniel Matute.

DESPUÉS HABLAMOS

Después hablamos, dijo
y es la hora en que no llega
me quedó el café servido
todo atrapado en el olvido

escucho pasos pero no es ella
escucho su voz pero son recuerdos después,
eso dijo me atrapó el presente en esa palabra
y yo le creí

el futuro estaba a la vuelta de la esquina
lo mismo la incertidumbre
el cielo se está llevando
las aves emigran y me dicen que las acompañe
después les digo eso no existe; ahora dicen
ahora cuando quieras te espero
mientras allá en el cielo y sin saber por dónde
mi vuelo te aguardaré en un después que llega sin traerte
que llega sin llevarme, que llega siempre tarde después.

después hablamos

Daniel Matute.

jueves, 26 de febrero de 2015

ES Y SERÁ USTED

Es y será usted la causa
de qué? preguntas
de todo
así para resumir
del frío del calor
de que ayer sí y ahora no
pero sabes
qué? preguntas
ustedasíme agrada más
te volviste un misterio
un imposible
un grito mudo en mi mente
una huella que me aplastó el alma
la causa de un efecto
cuál? preguntas
yo libre volador
en deuda por eso contigo
no! dices
mientras vuelo dentro y fuera de ti

es y será usted

Daniel Matute

jueves, 19 de febrero de 2015

DANIELA VIAJA MAÑANA



daniela viaja mañana
Como de costumbre mi vida sigue siendo desordenada, fragmentada, porque las personalidades que me subyacen andan como locas siempre, no me estoy excusando con esto, lo menciono porque así es, en el fondo a muchos les pasa lo mismo y toca salir con una endiablada sonrisa y un no sé qué que al levantarse grita que todo va a estar bien, de todas maneras para eso estamos acá, para eso de estar bien, a costa de lo que sea, el todo es que primero yo, eso sucede inconscientemente, quizá por eso la culpa no tiene mucha cabida en esto. Daniela me mira retrospectivamente, a veces me pregunto si quiere seguir creciendo.

- en qué piensas Daniela, pregunto. Ella no habla, sólo mueve su cabeza como en son de decir: en nada.
- pero si uno siempre piensa en algo, insisto en preguntar.
- no, en nada pienso, dice; - sólo me he quedado abstraída, ya sabes, como congelada en el tiempo, es todo.
- sí, es genial cuando eso sucede, el tiempo no existe, es como un limbo y uno a la final se siente bien.
- es cierto, dice Daniela
- es como si te detuvieran la escena y algo te absorbiera, pero ni sientes ni algo más, jum, quién sabe, definitivamente un limbo.

Enciendo despreocupadamente el televisor, no pretende mayor cosa en sus anuncios, ahí están unos actores con sus vestidos finos y sus cafés con galletas, anunciando una nueva novela; pan y circo para el pueblo, lo del circo es seguro lo del pan quién sabe, definitivamente estamos jodidos; pero como el positivismo raya sobre el olvido de la realidad entonces no hay problema. Que viva la televisión!; mejor coloco una vieja película, Buñuel estará bien. Mientras; Daniela intenta algo en la guitarra, mientras; yo intento razones al menos para la mañana, ya la tarde tendrá su afán propio.

- iremos a jugar esta tarde, me pregunta Daniela.
- es probable que no, saldré a hacer algunas diligencias.
- me llevas, no quiero quedarme acá encerrada.
- bueno, pero afuera es otro tipo de encierro, le digo
- sí, pero al menos paseo y miro otras cosas, además disfruto mucho de tu compañía. Lo dice con una sinceridad tan abierta que no renuncio a llevarla.
- vale, irás conmigo, pero con la pequeña condición que me sujetes en tu mano.
- ah! yo que esperaba aferrarme a la tuya,
- no, esta vez quiero ser quien se esconde, ojala y me pierda.
Daniela sonríe, me mira escudándome porque sabe que mis palabras son del todo ciertas. —tranquilo daniel, ese trato está cerrado entre nosotros desde hace mucho.

De todas maneras soy demasiado confiado en la vida, por eso me pasa lo que me pasa, confío demasiado, ya Daniela me dará la razón, una vez más para mis menos, pronto se irá, su viaje ya está cerca y la esperan otros cielos que espero mejor que éste que le dibujé, yo correré entonces siempre a buscar su sombra, la que terminará por endiablar a una de esas personalidades que me adolecen. Busco su humanidad y “paso revista” por sus ojos, ellos hacen lo mismo pero no con la misma introspección que los míos. Sonríe, y es como si dijera que todo va a estar bien, como me cuesta creerlo cuando por fin se separan las miradas.

- quieres café?, le digo, al tiempo que camino directo a la cocina que aguarda más esperanzas que yo.
- sí, responde. Y camina tras de mí parodiando mis movimientos cansados.
- al mío le dejas sin azúcar como al tuyo, esta vez lo quiero así.

Me giro y ella igual lo hace, le advierto que ahora no podrá adivinar mis movimientos, se da vuelta bruscamente y jura no volver a darme la espalda.
-no puedo vivir sin copiarte daniel, hay muchas cosas que se sobreviven con de tu sol en mi cielo; lo menciona y me abraza.
- mejor le ponemos azúcar esta vez al café, advierto; mientras respondo a su abrazo.

Casi son las tres de la tarde, terminamos de ver “ese oscuro objeto del deseo”. Daniela dice que sería capaz de jugar así conmigo.
- ya lo hiciste, le digo
- y cómo nos fue, pregunta con toda la malicia posible
- creo que eso tú lo sabes mejor que yo, respondo; y mi personalidad de asceta brilla.
- vámonos ya, dame tu mano, se nos hace tarde.

Me escondí, Daniela viaja mañana.


 Daniel Matute

martes, 10 de febrero de 2015

ETERNO RETORNO

Está el día en el esplendor de su juventud, pero Daniel no quiere levantarse de la cama, o eso que remeda serlo; una colchoneta sobre la tierra fría junto a viejos libros que nunca terminará de leer; no está cansado pero tampoco precisa de muchas cosas por ir a conquistar, sigue en su cabeza girando la cansada nota del extraño retorno, ese peregrino endemoniado que presentara un día Nieztchev. Es martes y se tiende la misma monotonía de los días en él, ataca con certeza de respiración, con puntualidad de campaneo de iglesia; pero esta vez con un sentido asmático y más vacío que nunca, como fe que sigue buscando respuestas.
No creo que Daniel sea el único en este sistema de caos y desconciertos, todos salen a buscar la ruta de escape del extraño abandono que se inventó la creación, salen a buscar esa nota que le da la vibra a su vida desequilibrada por cuenta de la eterna flagelación del bien y el mal. Y encuentra en su Emilia una salida de emergencia, para la insoportable insignificancia de sus días, gracias a dios.
Ella es como una lámpara en su vida, localizando en la línea del tiempo de Daniel, los colores que al parecer son la ecuánime forma desafiante de la monotonía, él siempre se ha preguntado cómo es que ella lo consigue, pero la verdad, todo eso es un entresijo;

- cómo lo haces Emilia preguntó daniel como por milésima vez.
Emilia vuelve a reponder sólo con una sonrisa. Y va por dos tazas de café a la cocina.
- Emilia tú siempre andas como tan ocupada, entretenida ….
- entretejida, interrumpió Emilia, y no creas que dentro de mí no llueve, agregó antes de probar su café, mientras daba la otra taza a Daniel.
- creo que tengo mucho trabajo que hacer con tu corazón, dijo Daniel citando las íneas de una canción.

Emilia volvió a sonreír, pero era una sonrisa que decía ¡gracias¡, ella cerró los ojos un instante y casi quiso llorar, pero no se lo permitió, quizá por orgullo, quizá porque estaba ya cansada de sentir el mar en su rostro.
-cómo me podrías ayudar, preguntó Emilia. Y sin saberlo volvía su luminiscencia a revitalizar la vida de Daniel.

Entonces ese era el aquí y el ahora, el sin-tiempo, la sin-nada, donde Daniel sentía que se podía salvar, él nunca ha sabido de qué se salva, nunca ha sabido de qué huye, a dónde es que lo lleva todo esto, pero con Emilia de repente era como si estuvieran todas las respuestas, no importaba ni cinco sí las entendía o no; pero tenía las razones, no las excusas pues nunca compartió ese tipo de escudos. Tenía lo que consideraba necesario para el camino.
Emilia habló después como queriendo cerrar el telón, que a la larga más subía;
- lo único que tengo es una tarde y tres noches de escuela libres, es lo único que realmente me pertenece. Y se puso a mirar a lo lejos como si alguien fuera a venir y llevársela a quién sabe dónde.
- espero estar en ellos Emilia, dijo Daniel con toda la fe posible de poderlos conquistar de alguna manera segura.

Pero Daniel era un chiquillo y fue Emilia quien tomó el destino por el cuello y lo sacó de los pensamientos para ponerle los pies en la tierra,
- hay cosas que yo no quiero que sepas de mí Daniel, así como yo no las merecía tú no debes saberlas, y aunque eso nos distacie por siempre, hará de este retorno nuestro, algo verdadero, créeme.
Hubo un silencio impar, ella por su lado y Daniel persiguiéndola; idiota. 
Eterno idiota en su retorno, pero comprender la libertad de Emilia lo hacía también libre, aún le cuesta llevar esa idea de los misterios de Emilia, pero la apertura de su vida no ha podido llegar a mejores manos, cuando él está solo lo entiende mejor.
El martes sigue su camino pactado con la creación, Daniel en ocasiones aguarda en una esquina cualquiera a que la tarde o las tres noches de Emiliase anuncien, porque de otra manera no es capaz de justificar o siquiera de echar a la suerte su vida.
Espera a la lámpara que ultraviolete y ultraviolente aquello de sobrevivir, mientras subsiste al impaciente cansancio de respirar al borde de una paranoia con nada de retorno.


eterno retorno


Daniel matute

lunes, 9 de febrero de 2015

RECUERDOS DE ELLA

(D/A/E/f# - C/E/D/A7)
(D/A/E/G)

A quién le importó mi soledad?

siento que un día volverá a llegar,
como si nada a pedir a un pedazo de mi corazón.
a quién le importó que un día la recibí
con los brazos abiertos y la despedí con alegría
aunque no se quisiera marchar.
A veces, cuando no sé a dónde ir, 
recuerdo que ella está ahí, esperando a que yo la necesite.
Ella lo sabe y no dice nada,
sabe que tras tus recuerdos se esconde mi alma,
ella no hiere, no exige tiempo y sabe 
que tal vez no habrá un mañana.

recuerdos de ella

UNA TARDE DE VERANO

Y una tarde de verano caerá
las risas no volverán
esperando un abrazo de la soledad...
Quítate la ropa
muéstrame tus pechos
te daré un ardiente beso
sentirás mi regreso...
Tu risa tu boca tu cuerpo
no siento el calor de tus besos
estoy haciendo el amor con la soledad...


domingo, 1 de febrero de 2015

EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO

junto a ti la caída de mi noche
se hace más tranquila 
el insomnio te lo regalo como una estrella
y los sueños son otra esperanza latente
en aquello de ir a buscarte
escucho tus últimas palabras al dormir
como una oración sincera
escucho tu respiración 
moviéndose como un pequeño tambor 

alegoría de mi alegría
me quedo convertido en tu guardián
en un todo que jura restarse por ti
consumirte, gastarte, desarmarte
quererte como un suicida loco
llegada la noche ser el último en cuidarte
y siempre el primero en quedarme contigo


El primero y el ultimo


NI SE LE OCURRA PREGUNTARME!

ni se le ocurra preguntarme!
dese cuenta no más dónde me tiene
con que entusiasmo yo la recreo en mi vida
y conque orgullo digo que usted me hace feliz
ni se le ocurra preguntarme entonces

si la quiero
que si es cierto que por usted muero
porque sin rodeos es claro que sí
dese cuenta no más que escribo vida
con todo el tiempo que me permito en esperarla
que incluso aquello de pensarla
se respira en mí con obligación
ni se le ocurra entonces preguntarme

si la quiero
que si es cierto que la sueño
porque de lejos está visto que sí
dese cuenta señorita las noches atentas
que consecutivas aguardan su voz para besarle
que no me da miedo pensarla en futuro
aunque me cueste el presente
no, no se le ocurra preguntarme entonces

si la quiero
que si es cierto que por usted me la juego
porque sencillamente usted sabe que es así

ni se le ocurra preguntarme!

Daniel Matute

QUE TE ESPERO O QUE ME ESPERAS

que te espero o que me esperas
que me quede o que te quedes
me gustan estas negociaciones contigo
este pequeño seguro intercambio
que se teje entre tú y yo

me gusta cómo se afianza en el destino
que contemos así el uno para el otro
tu mano cuidando de no soltarme
mi pie cuidando cualquier paso en falso
que te quiero o que me quieres

que yo problema tu solución, y viceversa
apruebo toda esta reciprocidad
que se teje entre tú y yo
que el sabor del quizá se nos cuele en la vida
y seguir contando contigo de todos modos
por si bien o por si mal
abriéndonos a no crear olvidos
porque se trata más que nada
de quedarnos el uno con el otro
sin fallas sin faltas
nos esperamos y nos quedamos
nos queremos y nos resolvemos

que te espero o que me esperas


Daniel Matute

LA MONEDA

De no haber sido por el viejo reloj que estaría cansado para esa mañana, 

de seguro me habría dispuesto a aventurar el día muy temprano como siempre; pero no, la pila moriría en esa madrugada de martes y entonces la alarma no sonaría y así mi día comenzaría corriendo para conocerla a ella. Apenas si me duché y me preparé un café que me supo a prisa y desdén, salí entonces y tomé el autobús que me llevaría por la ruta de siempre hasta mi trabajo, serían los mismos cuarenta y tantos minutos hasta un destino que me aguardaba ansioso como todos los días, y yo igual, en verdad amaba lo que hacía, aunque no hablara mucho de ello. Subí al autobús, y como no tenía listo lo del transporte me ubiqué en una de las sillas de adelante mientras reunía las monedas correctas para pagar. Mientras, el bus continuó su marcha con la prisa mañanera de todos los días.

Hizo una siguiente detención para que otros pasajeros entraran en aquellas viejas entrañas de metal. Entonces fue cuando ella subió y se sentó a mi lado, apenas si percibí el cielo que se abría en ese momento. Su figura delgada, su cabello apenas recogido, sus ojos extraviados y una sencillez que aun no logro hallar en algún otro lugar de este cansado mundo. Me dispuse a pagar mi pasaje y fue cuando ella tuvo la misma intención, y ahí, en un pequeño movimiento se desató nuestra propia teoría del caos.

El autobús de repente frenó para hacer caso al semáforo que le anunciaba detenerse, entonces nuestras monedas salieron “volando” y cayeron en un azar de confusión, y así igual nuestras miradas y una pequeña sonrisa intercambiadas. Recogimos las monedas y al sumar para pagar a ella le faltaba para completar su pasaje y a mí me sobraba, vaya casualidad, extraña y bienaventurada. 
Entonces le dije:
- yo invito. Mientras extendí mi mano para recibir su dinero; ella sonrió levemente y acerco sus monedas para darme lo que tenía. Me levanté y pagué, y volví a sentarme junto a ella.  
- Mucho gusto, me llamo Daniel, dije.
 - Carolina, un gusto también, respondió. - Voy tarde para mi trabajo, advertí; pero en verdad ha sido muy bueno que así sea. Ella sonrió, miró su reloj; luego miró por la ventana y casi se quedó abstraída, no duró mucho; pero fue como si recordara algo que rápidamente dejó escapar.
 - Mira, ahí ha quedado otra moneda, me dijo mientras se inclinaba a recogerla, yacía cerca de su pie izquierdo. Luego me dio la moneda y dijo: - Toma daniel, quédatela, que sea para tu suerte. Recibí la moneda, la miré como expiando en el laberinto de su mirada, por alguna razón yo quería robar la calma que volaba en sus ojos al mirarme; pero ocurría lo contrario, era mi calma la que se extraviaba. - Qué intentas, me dijo. - Comprender mi suerte creo, respondí; o por lo menos a la que haces mención. Entonces su sonrisa se dibujó iluminada y ese pequeño universo alegre era seguro que auguraba un paraíso. - Sabes, tu sonrisa se dibuja como un cielo abier … fue cuando me interrumpió ipso facto. - No, no lo digas. No es un buen momento, en serio. Volvió a dirigir su mirada por la ventana, se dejó ir toda esta vez, casi volvió a ser esa persona desconocida que no sé cuántas veces cruzó su vida con la mía y nunca nos dimos cuenta. La observé en silencio, quise estar más cerca, no sé, tomar su mano y … pero, qué le diría? … La próxima parada era mi destino. Ella volvió a mirarme con su pequeña sonrisa y yo juraría que sus ojos parecían algo nublados. En qué piensa, yo me preguntaba. Extendí mi mano y sobre su bolso coloqué aquella moneda que hacía unos segundos definía mejor nuestro encuentro. - Toma Carolina, para tu suerte, es seguro que la necesitas más que yo. Ella me miró con su silencio arcano, quiso decir algo pero no supo qué. Y nos quedó ese silencio ensordecedor como un adiós. Bajé del autobús y vi como se alejaba, con su miraba perdida, con su sonrisa de paraíso y cielos abiertos. No fui a trabajar. No era problema, me gustaba ahora más mi suerte, quería seguir así. Caminé por ahí y en mi cabeza aparte de preguntarme si volvería a verla, a ella, a Carolina, estaba la duda sembrada de a quién en verdad pertenecía aquella moneda...


La moneda

Daniel Matute.

lunes, 26 de enero de 2015

QUIERES SER MI ENEMIGA?


y qué si te miro a los ojos!

aunque me distraen tus labios
el sendero que marca tu sonrisa al mirarme
se detiene en mi tiempo
y qué debería yo hacer para ser tu enemigo?
porque de amigo no podría ni insinuarme 
ni tener el privilegio de besar tus labios
quieres ser mi enemiga?
que aunque no halla cariño ni amor 
y sientas esa necesidad de mi, de odiarme
que mas quisiera yo que me necesitaras y pensaras en mi
ser el recipiente de tus sentimientos 
porque así tal vez un día me rompa 
y pueda desbordarme en ti
recorrer cada parte de ti
entenderte y por fin encontrarte
y volver a mirarte a los ojos y decirte
quieres ser mi enemiga?
Calificación: