lunes, 7 de abril de 2014

SALMO

te buscaré doquiera que estés
con la plena intención
de traerte e instalarte en mi salud
porque resulta que usted cambió mi suerte un día
porque resulta que usted balanceó mi existencia
y se me ha metido en la cabeza
con una seguridad infinita
con una terquedad que no imaginas
que lo puedes seguir haciendo
yo no tengo objeción ni creo la tengan
los designios que me aguardan en el camino
sólo espero que puedas seguir colando mi suerte
en el perfecto café como en el de aquel enero
te buscaré doquiera que estés
y aunque aventajes mi viaje con todas tus licencias
de volar de nadar y no sé cuantas más
espero dar contigo
y prender mi suerte a la seguridad de tus alas
“y bajo ellas estaré seguro”
sí, como en el salmo noventa y uno.


Daniel Matute.