Es difícil descubrir que no era lo que creías,
que existe un horizonte de miradas falsas,
de verdades ocultas, de caricias y besos fingidos,
que no tuviste siquiera la posibilidad de conocerle
porque nunca se mostró tal como era.
Y pensar que hubieras preferido
que tuviera el valor de mirarte a los ojos
y escuchar la verdad saliendo de su boca
pero por el contrario prefirió callar.
Que cruel fue para ti enterarte de la verdad
precisamente de esa manera,
porque supuestamente no quería hacerte sufrir.
¿Que esperaba que le agradecerías por el daño
que te causo, por romperte el corazón
sin importarle cuanto le amabas?
Yo tampoco lo hubiese imaginado,
ni siquiera se me paso por la mente
el hecho de que te llegara a hacer sufrir.
Si tan solo unos meses atrás
te veías tan radiante, hablabas a cada instante
de lo feliz que eras a su lado,
del amor que le tenías, de lo que significaba
para ti que te amara como tú lo hacías.
En realidad me partiste el corazón cuando
te encontré llorando tan desconsoladamente,
cuando el brillo de tus ojos
se vio ahogado por tus lágrimas,
al verte así, pude sentir un poco
de ese dolor que te consumía, pero aun así,
no lograba comprender su magnitud.
Recuerdo que trate de consolarte,
de darte ánimo, pero no lo logre,
lo supe cuando me dijiste:
Creía que sabía lo que era una desilusión,
quizá por lo que había leído,
o por lo que escuche de otros.
Pero ahora,
realmente se lo que se siente,
y mírame, mírame bien,
porque será la última vez que me veas así.
quiero que recuerdes quien fui porque
seguramente vas a desconocer
la persona en que me convertiré.
Pensé que solo lo decías por el dolor del momento,
porque querías que creyera que ya no importaba,
porque no querías que yo te viera así;
pero ya veo que lo decías en serio.
No sabes cómo me duele saber que
fue tan grande tu desilusión
que logro hacer esto de ti,
y tenías razón, ahora te veo
y te desconozco por completo.
Por eso me atreví a juzgarte,
trate de entender razones y apoyarte,
de hacerte entender que no valía la pena
que arruinaras tu vida de esta manera,
pero lo único que recibí de tu parte
fue una abrazo y un:
Cuando te dije que me miraras bien
porque me ibas a desconocer, lo decía en serio...
Al igual que tu no pude evitar que las lagrimas
se deslizaran por mis mejillas,
comprendí que más que dolor y desilusión
tus lagrimas eran de tristeza,
de tristeza porque en el fondo tu también
odiabas ver lo que habías hecho de ti.
Sé que no soy quien para juzgarte,
no todo el mundo se enamora de la misma manera
y desafortunadamente
te enamoraste de la persona equivocada,
también se, que nada de lo que diga o haga
hará que cambies de opinión.
Sin embargo, aunque no lo creas
aun recuerdo como eras antes
y guardo la esperanza de recuperar
así sea una pequeña parte de ti..
Diana Vargas